Así como una tormenta,
el destino destruye
los pétalos de los amores.
Esa margarita marchita,
por mis desventuras.
Cada uno de sus pétalos,
guardaba más que un recuerdo,
un sentimiento diferente cada vez.
En cada uno,
un presente ya pasado,
una persona sin igual
y un cariño poco parecido.
Algo aprendido en cada uno,
con cada quien,
rumbos distintos,
en algún momento,
caminos iguales.
Así como esa margarita,
cada pétalo se ha marchitado,
unos más que otros,
pero cada uno con algo inolvidable.
Ese aroma de cada amanecer,
el calor de cada atardecer,
y ese frío acobijado de cada madrugada...
Y viviré cumpliendo este mismo ciclo,
dejando desvanecer cada amor,
dejando pasar mi vida.
JS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario