Antes de aquel día,
siempre me hice una pregunta
¿es posible tocar el cielo?
Al conocerte esa duda desapareció,
porque al besar tus majos labios
pude sentirme en el.
Sentir que tienes el alma en tu boca,
que por medio de un beso
me transportas a lugares que nunca pensé conocer.
Saber que día a día desearía tener
al menos uno de tus besos,
esos besos que anhela mi ser.
Nada peor que sentir que he perdido el privilegio
de sentir esos labios,
que sin más pretenden ser algodón de azúcar,
siendo yo ese niño con ojos de alegría al verle.
Tal vez vuelva a sentirlos mios,
puede ser que tan solo los haya refundido
en un lugar de mi corazón,
por eso tengo certeza de que aquellos besos
fueron solo míos.
Que bello es tener la convicción de que,
podré besar mil rostros
mil seres y mil labios,
pero ningunos podrán como los tuyos
hacerme sentir que estoy besando el cielo.
JS
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