A quién mierda le entregas tus sueños, a quién le regalas tus versos, a quién le suspiras tu oxigeno, a quién das tu templo, a quién le permites entrar en tu mundo inestable.
A un estúpido o estúpida, que sale cada día a jugar con su cuerpo a ser lo más deseado en las calles, de una ciudad que masturba su pueblo a punta de morbo.
O a un o una idiota que le regala su cursilería barata a cualquier fulano que le dice - que bien hueles hoy - por sacarle un polvo mal echado.
También puede ser que sea a un o una imbécil que se pinta los días de mentiras, risas hipócritas, ropa de marca, que le cubre tanto el alma, que lo único que puedes verle es su hermoso culo o unas firmes piernas acompañadas de un paquete grande.
JS
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